viernes, 13 de febrero de 2009

martes, 10 de febrero de 2009

LO QUE SE VIENE...

Se aproxima la Fiesta del florecimiento

El 28 de febrero, en Peguche, Otalavalo y varias comunidades de la provincia de Imbabura, se celebra la Fiesta del florecimiento o Pawcar Raymi (Tumari Pukllay), donde se realizan un sin número de manifestaciones culturales como corazas, pendoneros, ofrendas y agradecimientos a la ‘Pacha Mama’.
La festividades del Florecimiento agrícola de la etnia cañari se abren desde el 4 de febrero con la celebración del ‘Taita carnaval’, donde se realizan eventos artísticos como de danza andina, música, comparsas, etc. En estos eventos las quenas, zampoñas, pingüllos y flautas a los que se incorporan otros instrumentos como los violines, contrabajos, guitarras eléctricas, etc.

Inicios…

Inicialmente la celebración se dio en los montes andinos de la provincia de Cañar hasta la localidad de Tucaisa, donde empezaron los desfiles de los cañaris en agradecimiento a las bondades de la tierra: el florecimiento agrícola, además de recordar la fiesta impuesta por la colonización española: el carnaval.

viernes, 9 de enero de 2009

DIABLADA DE PÍLLARO



LA DIABLADA DE PÍLLARO.



UNA FIESTA ANCESTRAL EN CONTRA DE LA OPRESIÓN Y ABUSO DE LOS ESPAÑOLES.



Cientos de personas, hasta miles, entre niños/as, adolescentes y adultos, participan en la comparsa (que demora aproximadamente una hora) para llegar a Píllaro, provincia de Tungurahua. La celebración se realiza del 1 al 6 de enero (en horas de la tarde); los danzantes se visten con trajes confeccionados en telas de espejo rojas, con flecos, guantes negros, el principal accesorio del atuendo son las enormes caretas que impresionan –ya asustan- con formas zoomorfas confeccionadas en cartón, con grandes cuernos del mismo material o de cuernos de toro, carnero u otros animales y un látigo con patas de venado.
La celebración va de la mano con las bandas de pueblo, consiste en un baile que los diablos realizan en círculos clamando gritos que dicen ‘achachay’, en el centro se encuentra un grupo de cholos/as bailando, los ‘huacos’ van por los extremos, al igual que las ‘huarichas’, que son hombres disfrazados de mujeres, con una careta de malla, vestidos similares a una funda con muchas decoraciones y que llevan en sus manos una muñeca, un pañuelo y licor.



Un poco de Historia…



Según el alcalde de Píllaro, la fiesta de la Diablada de Píllaro nació en la colonia, consecuentemente con la religión (Cristianismo) y los conceptos del cielo e infierno impuestos por los españoles. La celebración se creó cuando a los indígenas les daban un día al año para el descanso, entonces ellos aprovechaban para festejar disfrazándose de diablos, como una forma de protestar contra la opresión y abuso de los españoles, así como también en contra de la Iglesia. Inicialmente este ritual se hacía en las haciendas, durante la época republicana la celebración se movilizó a la ciudad: Píllaro.
La directora nacional de Patrimonio Cultural, Inés Pazmiño, supone que esta expresión cultural fue transmitida por los grupos ‘mitimaes’ de la parte sur del continente, por ello existen similitudes con otras celebraciones de Perú y Bolivia; pero que cada una tiene características propias del lugar, por ejemplo, que la ‘diablada’ expresa “esa rebeldía (…) oculta detrás de las máscaras, que no son similares a las del sur (…) [y] que tienen connotaciones propias de Píllaro”.



LA DIABLADA DE PÍLLARO, UN BIEN CULTURAL INTANGIBLE DEL ECUADOR.



Hace cuatro años iniciaron los estudios para hacer de la Diablada de Píllaro Patrimonio Cultural Intangible del Ecuador. Y efectivamente, el 4 de enero del 2009, fue elevada a esa categoría en medio de una ceremonia en la que participaron 1500 danzantes. “El ministro de Cultura, Galo Mora, suscribió ayer el documento con el que el Estado declara, mediante Decreto, a Píllaro como dueña del nuevo Bien Intangible del Patrimonio Cultural del país.” Además considera que “la declaratoria representa el reconocimiento a la cultura viva y a la que existe en el ritual de la ‘diablada’ que representa por lo menos cinco siglos de manifestación del pueblo”.

FUENTES CONSULTADAS.
Ministerio de Turismo del Ecuador.
Diario “El Comercio” (6 de enero de 2009)
Diario “El Hoy” (1 de agosto de 2008; 5 de enero 2009; 8 de enero de 2009)
Diario “El Universo” (6 de enero 2009)

domingo, 21 de diciembre de 2008

Comentario.
Este poema de César Vallejo expresa la devastación que la región andina sufrió (con la llegada de los españoles a América) y sufre por la inconsciencia de las personas que viven en ella; principalmente por aquellas personas que agreden, lo que en tiempos pasados constituía –y debería constituir- un verdadero templo sagrado para las culturas milenarias como los incas y los mayas, y hoy para nosotros, pues los rasgos geográficos y la fauna que posee el paisaje andino remontan al ambiente y la cosmovisión de estas sabias culturas, que han sabido convivir armónicamente con la naturaleza, trabajando con ella, y no destruyéndola… Vallejo habla del ‘coraquenque’ (que es un ave sagrada de la cultura inca), de la llama, del pichón, del puma, animales que connotaban sacralidad en las culturas andinas y que tomaban la sabiduría de ellos; y que ahora están al borde de su extinción ya sea por la ambición que cazadores y comerciantes ilegales de animales que han extraído del hábitat natural a estos animales, por cuestiones comerciales en mercados extranjeros o como sacrificio para obtener la belleza de su pelaje. A nosotros nos corresponde el cuidado de todos estos elementos que forman parte de la cosmovisión andina, sobre todo por el enorme legado cultural que de ellos tenemos.

sábado, 20 de diciembre de 2008

HUACO

HUACO

César Vallejo.

Yo soy el coraquenque ciego
que mira por la lente de una llaga,
y que atado está al Globo,
como a un huaco estupendo que girara.
Yo soy el llama, a quien tan sólo alcanza
la necedad hostil a trasquilar
volutas de clarín,
volutas de clarín brillantes de asco
y bronceadas de un viejo yaraví.
Soy el beep de cóndor desplumado
por latino arcabuz;
y a flor de humanidad floto en los Andes,
como un perenne Lázaro de luz.
Yo soy la gracia incaica que se roe
en áureos coricanchas bautizados
de fosfatos de error y de cicuta.
A veces en mis piedras se encabritan
los nervios rotos de un extinto puma.
Un fermento de Sol;
levadura de sombra y corazón!

miércoles, 10 de diciembre de 2008

FIESTAS POPULARES Y MÚSICA

FIESTAS POPULARES Y MÚSICA.

Las fiestas populares comprenden toda una mezcla de elementos que poseen un gran valor y sentido en la cosmovisión andina. En este ámbito, existen variedad de simbologías que connotan acciones de la vida cotidiana como las relaciones sociales, familiares, el trabajo en el campo, fiestas de agradecimiento a los elementos de la naturaleza, etc. Las fiestas populares constituyen ritos en el que la música es un elemento fundamental para la máxima expresión de valentía, tristeza, y alegría de los indígenas.
La llegada de los españoles a América marcó un punto en el que dichas expresiones sufrieron una modificación; pues los españoles también se volvieron parte de la convivencia diaria de las comunidades, dándose una mezcla de costumbres, creencias, formas de vivir y percibir el entorno. Es así como, manifestaciones culturales, sobre todo rituales, como musicales, dancísticas, todas ellas recreaciones de la realidad, fueron incorporando a su repertorio de accesorios e instrumentos, otros objetos provenientes de Europa.
La música indígena tradicional era resultado de la interpretación de dos géneros de instrumentos: los de viento (pífano, pingullo, flautas, rondadores, ocarinas, silbatos, churos, cachos) y los de percusión (palos, bombos, mandibulines, tamboriles), “y el tipo de composición podía caracterizarse como la repetición de dos o tres frases melódicas, con unas pocas notas que se alteran para variar la expresión” (Sandoval 1987, citado en “Cultura popular del Ecuador” 1988). Con el desarrollo de la época colonial, y posteriormente con el período republicano, a dichos instrumentos tradicionales fueron incorporándose otros como la guitarra, el requinto, la armónica y el violín. Modificándose la composición de melodías andinas.
En la actualidad, existe otro género musical que se considera infaltable que cualquier fiesta popular, este son las Bandas de Pueblo. Éstas constituyen una expresión musical mestiza, que son grupos compuestos generalmente por 15 personas o menos, que con instrumentos como clarinetes, trompetas, saxos, trombones, bombos, caja y platillos; interpretan diferentes ritmos (según la ocasión), tocan desde ritmos bailables como sanjuanitos, albazos, pasacalles y yaraví; hasta temas fúnebres y litúrgicos en fiestas religiosas.
Las fiestas populares comprenden toda una mezcla de cosmovisión entre los indígenas y los españoles, que –a pesar de lo devastador que fue la dominación- se produjeron actividades colectivas que modificaron y crearon nuevos elementos en los imaginarios de ambos protagonistas, algunos que se conservan hasta hoy. Cabe recalcar que las manifestaciones culturales constituyen, en su gran mayoría, representaciones de la rebeldía, la lucha y la resistencia de los pueblos indígenas a la dominación española.